Aguilar K.* – oct 2017

Los vegetales congelados han experimentado un gran crecimiento en Argentina compensando la caída en otros alimentos congelados más tradicionales.

El congelamiento ultrarrápido produce la solidificación del agua contenida en el interior de los alimentos, permitiendo un mayor tiempo de conservación. De esta manera se disminuye la actividad enzimática de las bacterias permitiendo guardar frutas, verduras, legumbres, carnes, mariscos, quesos y muchos productos más por más tiempo que cuando se compran frescos manteniendo su valor nutritivo, aroma y textura. De esta manera puede ayudar a mantener una dieta equilibrada y variada.

Teniendo presente el perfeccionamiento de las técnicas de congelación a nivel industrial se prolonga la vida útil de los alimentos frescos, que cada día son más numerosos y variados, y que se vuelven disponibles durante todo el año y de esta forma se pueden almacenar fácilmente, igual que incluyen comidas pre cocidas y preparadas tales como croquetas, empanadas, pizzas, ravioles, tartas, etc. En la actualidad son de gran aceptación por los consumidores siendo los preferidos por los universitarios y personas con ritmo de vida acelerado debido a que los alimentos congelados están limpios y otros están listos para ser calentados, disminuyendo el tiempo en la cocina.

Quizá lo menos conocido es que algunos vegetales congelados podrían mantener mejor su contenido de algunas vitaminas, especialmente C y algunas del grupo B, como consecuencia del breve tiempo que media entre la cosecha y su procesamiento, que en el caso del canal tradicional de los alimentos frescos puede llegar a reducir por oxidación hasta el 50% del contenido original.

El 64,5% de los hogares argentinos compra productos «congelados». El sector está dominado por las hamburguesas de carne, según se desprende de un análisis realizado por Kantar Worldpanel (1). El hogar comprador de congelados es de nivel socio económico alto y medio, está compuesto por tres a más integrantes, las amas de casa son de 35 a 64 años y tienen hijos de 6 a 18 años, mayormente viven en Buenos Aires y cuentan con amas de casa activas, pues es una categoría que brinda practicidad y un nivel nutricional alto. De este estudio se desprenden las siguientes tendencias:

Vegetales: El que más crece especialmente hogares. Se destaca el canal Supermercados.

Milanesas de soja: Suma hogares y consumo. Crece en todo el país y canales.

Pescados: La evolución positiva del segmento se da en el hipermercado, el discount y el mayorista.

Hamburguesas de carne: El ingreso de nuevos hogares no logra compensar la caída de consumo del segmento. La marca ganadora es la dueña del 54% de la clientela de hamburguesas.

Nuggets infantiles: Se contrae por menos hogares y compras más esporádicas. La mayor caída se da en las cadenas.

Nuggets adultos: A pesar del mayor tamaño de compra, la pérdida de hogares genera la contracción del segmento. La mayor caída en volumen se da en el supermercado y autoservicio.

Las marcas propias pierden clientela.

Empanados de pollo: Menos hogares y compras más chicas generan caídas en autoservicios, discounts y supermercados.

Papas: El segmento pierde volumen por menos hogares y compras más espaciadas. La caída se da en cadenas y autoservicios.

En general se podría decir que los alimentos congelados tienen una buena aceptación por la sociedad debido a la disponibilidad y  ahorro del tiempo. La oferta es variada y en algunos casos pueden mejorar la calidad nutricional de la dieta general, mientras que en otros podrían empobrecerla. Como siempre, la palabra la tiene el consumidor y la educación nutricional que reciba.

 

Referencia: Argentina consume 1,8 kilos de congelados per cápita. Disponible: http://www.mercado.com.ar/notas/consumo/8021025/argentina-consume-18-kilos-de-congelados-per-cpita.

*Katja Aguilar es Médica cursante de la Carrera de Médicos Especialistas en Nutrición