El compromiso de Coca-Cola con el desarrollo sostenible se evidencia en el interior de la Argentina de manera palpable: sólo a través de la compra de jugos concentrados de fruta y derivados, Coca-Cola aporta U$S 250 millones a las economías regionales.
Además de las plantas y centros de distribución afincados a lo largo de todo el país, Coca-Cola contribuye a la generación de 40.000 empleos indirectos en el NEA, NOA, Alto Valle y Cuyo gracias a la compra anual de 42.000 toneladas de jugos concentrados de fruta (naranja, limón, pomelo, manzana, pera, durazno y uva), destinados al mercado local y la exportación a más de 20 países en el mundo.
El en el caso de la industria citrícola, el fortalecimiento de la alianza entre los productores locales y Coca-Cola sumó un nuevo capítulo en diciembre de 2016, con la firma de un acuerdo de cooperación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para colaborar con la diversificación parcial de la producción de naranjas e investigar variedades más aptas para uso industrial. La Compañía invertirá U$S 635.000 en este proyecto en los próximos seis años y planea triplicar la compra de jugo concentrado de naranja para el mercado doméstico para 2025. En la actualidad, el volumen adquirido en la Argentina representa el 30% de la producción nacional de jugo de limones y pomelos y el 60% de la producción nacional de jugo de naranjas.