Ridner E – Nov 2016
La sigla FODMAP (en inglés, Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides And Polyols) se refiere a oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables que son carbohidratos de cadena corta y poli alcoholes que pueden ser mal absorbidos en el intestino delgado. Al llegar al intestino grueso (colon) pueden retener agua y producir los clásicos síntomas del intestino irritable, tales como dolor, distensión y diarrea.
Estos carbohidratos son frecuentes en la dieta occidental moderna, y se ha propuesto que su restricción podría aliviar estos síntomas en las personas susceptibles, probablemente cerca del 10% de la población. La iniciativa nació en una Universidad australiana hace más de 10 años, y aunque hay controversia por su potencial para alterar la microbiota intestinal, han comenzado a lanzarse en el mercado americano los primeros alimentos para dieta FODMAP.
Para los que sufren el síndrome del intestino irritable (SII), la identificación de los alimentos que pueden comer con seguridad sin provocar una llamarada podría ser una importante oportunidad de mercado para las empresas innovadoras de alimentos y bebidas que pueden proporcionar una solución fácil.
Los pronósticos son optimistas porque los interesados son muchos más que los que consumen alimentos sin gluten, la categoría de alimentos especiales que más ha crecido en los últimos años.
Pero para aprovechar este potencial, los fabricantes necesitarán trabajar con nutricionistas e investigadores para educar a los consumidores y minoristas acerca de lo que desencadena los síntomas del SII y cómo sus productos pueden proporcionar alivio.
¿Qué son los FODMAP?
En la Conferencia de Alimentos y Nutrición de Boston a mediados de octubre, se dedicó un importante espacio a difundir los fundamentos de la dieta baja en FODMAP y el potencial de comercialización de alimentos sin FODMAP para estas personas. Los mono y disacáridos suelen ser llamados azúcares, están en vegetales, frutas y lácteos. Los oligosacáridos también están presentes en alimentos de origen vegetal incluyendo cereales y curiosamente vienen ganando fama de saludables al menos para las personas que no tienen dificultades digestivas. Los polialcoholes además son usados en la elaboración de numerosos productos sobre todo como sustitutos del azúcar.
Una nueva empresa que afirma ser la primera marca de comida sin FODMAP en Norteamérica (FODY Food Co), diseñada especialmente para el alivio del SII, tiene en realidad una larga trayectoria como fabricante de alimentos sin gluten.
Explicaron varios paralelismos entre la enfermedad celíaca y el SII, tales como el bajo conocimiento de su problema por parte de las personas que debía reducir el gluten en la década de los 90, y el bajo conocimiento actual de quienes padecen problemas intestinales. Esto llevó al crecimiento de la oferta de alimentos sin gluten, y creen que lo mismo pasaría con la emergente categoría baja en FODMAP – incluyendo el potencial de este último para el crecimiento y la influencia en la forma en que hoy se come. Por ejemplo, señalan que cuando se lanzaron los productos sin gluten prácticamente nadie sabía que era celíaco. Ahora, los alimentos libres de gluten a menudo tienen sus propios espacios en tiendas de comestibles y sería difícil encontrar un consumidor que no haya oído hablar de alimentos sin gluten, incluso si no es capaz de decir exactamente lo que es el gluten.
La línea actual de alimentos bajos en FODMAP de esta empresa incluye salsas, aceites de oliva, barras y algunas mezclas de harinas.
Otra de las primeras empresas que incursionó en esta línea es Nestlé, que presentó en la misma Conferencia una nueva bebida llamada ProNourish. Sería la primera bebida baja en FODMAP, y fue diseñada gracias a la orientación de los profesionales de la salud para que sea una opción conveniente que se puede consumir en cualquier lugar y en cualquier momento, con nutrientes que sean tolerados por personas con SII.
La certificación ofrece confianza
Ambas empresas pioneras han dado un paso más para que sus productos sean certificados como bajas en FODMAP, un servicio ofrecido por la universidad australiana Monash, que creó esa dieta hace aproximadamente 10 años.
La Universidad aclara que como no puede promover marcas específicas, cuenta con un programa de certificación para dar a los pacientes información más específica sobre el contenido de FODMAPs del alimento analizado.
Reflexionando sobre el potencial del mercado de alimentos bajos en FODMAP y basados en la experiencia australiana, señalan que hay un enorme potencial para alimentos bajos en FODMAP pero tomará tiempo y educación para satisfacer plenamente y capitalizar las necesidades de los consumidores en este espacio en los próximos años.