Marco S – oct 2017
Un estudio alerta que adultos de la mayoría de las regiones del mundo presentan niveles bajos de omega-3 en la sangre, un factor que puede estar asociado a problemas cardiovasculares, cáncer y diabetes.
Un grupo de investigadores canadienses y americanos crearon un mapa global del nivel plasmático de ácidos grasos omega 3 de cadena muy larga en la población de distintos países del mundo. Esta es la primera vez que se reúnen datos para tener una visión detallada de la situación mundial de las variedades y niveles de omega 3 en la sangre de las personas en distintos países.
El estudio, publicado en Progress in Lipid Research, indica que los adultos en la mayoría de las regiones del mundo presentan en la sangre un nivel bajo o muy bajo de ácidos grasos poli-insaturados (PUFAs, por sus siglas en inglés), más conocidos como omega 3. Los datos muestran concentraciones escasas de los ácidos eicosapentaenoico (EPA) y docosa-hexaenoico (DHA), las dos variedades de omega 3 más estudiadas por su relación con numerosos procesos metabólicos intracelulares. En el organismo humano, la carencia de omega 3 está asociada a elevados índices de enfermedades crónicas, como problemas cardiovasculares, cáncer y diabetes.
Se analizaron 298 estudios para crear un mapa global que muestra los niveles de EPA y DHA en la sangre de personas adultas sanas en todo el mundo, identificando las regiones que están en situación más o menos crónica. Brasil es uno de los países en los que el nivel de omega 3, es considerado muy bajo (menor del 4%). A él se unen los Estados Unidos, Canadá, India, Italia, además de otros países del Surde Europa, Medio Oriente, Sureste Asiático y África.
Y en lugares como Japón, países escandinavos y regiones en las que las poblaciones no han adoptado, a lo largo del tiempo, costumbres occidentalizadas, como Alaska y Groenlandia, se consideraron como regiones que poseen una población con un índice adecuado. En esas áreas, el nivel de omega 3 en la sangre de las personas es considerado apropiado (mayor del 8%).
Lamentablemente muchos países no han publicado estudios en medios indexados y por lo tanto sus datos, si es que existen, no estuvieron disponibles para esta revisión. Entre ellos figura la mayor parte de América Latina, incluyendo Argentina.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que las enfermedades crónicas sean causadoras de la muerte de 38 millones de personas en todo el mundo cada año. Los ácidos grasos poli-insaturados, especialmente el EPA y el DHA, han sido asociados con la disminución del riesgo de mortalidad cardiovascular y la reducción cognitiva. Las conclusiones de ese documento destacan que una fracción significativa de la población está en mayor riesgo de contraer una enfermedad crónica debido al bajo nivel de omega 3 en el organismo.
Hasta ahora existían limitaciones para extraer conclusiones generales por la ausencia de un análisis amplio de datos globales, lo que ahora está disponible. Al desarrollar el mapa global, se podrá entender mejor los actuales niveles de ácidos grasos poli-insaturados en la sangre de adultos saludables de todo el mundo, y los resultados podrán utilizarse en el desarrollo de directrices nacionales y globales sobre la ingesta de omega 3.