J. Lobos – Abr 2015
La Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó la guía voluntaria desarrollada en los últimos años por las mayores empresas de alimentos para ayudar a las autoridades sanitarias a determinar si un producto alimenticio debe o no ser publicitado entre los niños.
A la luz de las preocupaciones globales sobre el aumento del sobrepeso y la obesidad infantil, el sector privado comenzó a abordar los problemas asociados con la comercialización de alimentos a los niños, desarrollando pautas voluntarias para cambiar la comercialización de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los niños. Esta base proporciona criterios específicos para definir sus restricciones a las comunicaciones de marketing a los niños, incluida la definición de los «niños» (edad); la definición de comercialización dirigida a los niños (los medios de comunicación dirigida a los niños); los canales de comunicación (por ejemplo televisión, internet, etc..) y las técnicas de comercialización (por ejemplo publicidad usando caracteres con licencia, publicidad utilizando los materiales de promoción, etc.), así como los alimentos que están exentos de las restricciones.
Las 20 empresas participantes deben publicar compromisos individuales con sus propias promesas, que pueden contener definiciones más estrictas que las generales, y que se refieren principalmente a la publicidad de alimentos y bebidas con un alto contenido energético, grasas saturadas, azúcares y sal. Otras podrán sumarse en el futuro.
Un completo listado de alimentos agrupados por sus características principales (grasas, frutas, vegetales y semillas, cárneos, pescado, lácteos, cereales, comidas complejas y helados) se detallan con valores sugeridos por porción y recomendaciones específicas basadas en aspectos nutricionales. Una referencia imperdible.