Alimentos transgénicos vs alimentos orgánicos

García MI – ene 2017

¿Qué es lo que el consumidor realmente sabe sobre alimentos transgénicos y sobre alimentos orgánicos?

Tanto los “alimentos transgénicos”  como los “alimentos orgánicos” han atraído una gran cantidad de atención de los medios en los últimos años y continúan  haciéndolo en la actualidad. A pesar de esto, la gente  en general desconoce  lo que una planta genéticamente modificada o un cultivo orgánico es en realidad,  o cuáles son las ventajas y desventajas que estas tecnologías tienen para ofrecer, en especial  con respecto a la variedad de aplicaciones para las que se podrían llegar a  utilizar. A partir de las primeras generaciones de cultivos transgénicos, y el auge de la alimentación saludable, dos áreas principales de interés surgieron en la población,  el riesgo y la preservación del  medio ambiente, y el riesgo o beneficios para la salud humana.  Existen muchas  campañas de prensa acerca de estos  temas pero  la información que publican es a menudo poco confiable y no representativa de la evidencia científica disponible

¿Qué  es un cultivo transgénico?

Las plantas transgénicas son aquellas que han sido modificadas genéticamente introduciendo en su genoma al menos un gen proveniente de otra especie. Esto puede ser para expresar un gen que no es nativo de la planta o para modificar genes endógenos. La proteína codificada por el gen le conferirá un rasgo o característica particular a la planta. Dicha tecnología se puede utilizar de diferentes formas, por ejemplo para otorgarle resistencia ante situaciones adversas como sequía, temperatura extrema y  salinidad o ante insectos y patógenos, que normalmente resultan perjudiciales para el crecimiento o la supervivencia, o para volverla resistente a un agroquímico tal como un herbicida y utilizar el mismo de un modo más conveniente. También puede usarse para mejorar el contenido nutricional de la planta, una aplicación que podría ser de particular interés en el mundo en desarrollo. La nueva generación de cultivos transgénicos ahora también se están desarrollando para la producción de medicamentos recombinantes y  productos industriales, tales como anticuerpos monoclonales, vacunas, plásticos y biocombustibles.

En el mundo en desarrollo, 840 millones de personas sufren de desnutrición crónica, sobreviviendo con menos de 2000 Kcal / día.  Aproximadamente 1,3 millones de personas viven con menos de US $ 1 / día  y no tienen acceso seguro a la alimentación. Muchos de estos también son agricultores rurales de países en vías de desarrollo, dependiendo enteramente de la agricultura a pequeña escala para su propia subsistencia y para ganarse la vida.  Por lo general, no pueden permitirse el lujo de regar sus cultivos o comprar herbicidas o pesticidas, lo que lleva a un círculo vicioso de mal crecimiento de los cultivos, la caída de los rendimientos y la susceptibilidad a plagas.  Además, se prevé que la población mundial se duplique en los próximos 40 años,  se estima que para satisfacer estas demandas crecientes,  la producción de alimentos debe aumentar en al menos un 40%, sumado esto a  la disminución de tierras fértiles y recursos hídricos, se vuelve una preocupación mundial creciente.  Estas tecnologías de plantas modificadas genéticamente son uno de una serie de diferentes enfoques que se están desarrollando para combatir estos problemas, modificando genéticamente las plantas para aumentar el rendimiento de los cultivos, o para mejorar directamente el contenido nutricional, como el caso del arroz dorado, variedad de arroz  producida a través de ingeniería genética,  biosintetizando los precursores de beta-caroteno  (pro-vitamina A) en las partes comestibles del grano de arroz.

Qué es un alimento orgánico?

Los “alimentos orgánicos”,  son aquellos en cuya producción se evita el uso de  productos sintéticos como pesticidas, herbicidas y fertilizantes  artificiales. Los productores de alimentos orgánicos están obligados a usar únicamente ciertos agroquímicos autorizados y no se pueden utilizar para su producción semillas o plantas transgénicas.  Son habitualmente fertilizados con compost, polvos minerales y otras sustancias de origen orgánico. Los rendimientos de este tipo de cultivo son menores que los de la agricultura convencional pudiendo llegar a la mitad por lo que para producir la misma cantidad de comida sería necesario una mayor cantidad de espacios naturales.

 Conclusiones

¿Que alimento es el más beneficioso? Los alimentos orgánicos son promocionados por ciertos sectores que consideran este tipo de producción más “sana”. Sin embargo,  la mayoría de los estudios realizados sobre las diferencias entre alimentos orgánicos y convencionales concluyen que no existen diferencias nutricionales o de salud significativas  entre alimentos “bio” y alimentos clásicos. Las dosis de pesticidas o plaguicidas presentes en los productos “no orgánicos” son ínfimas y las repercusiones sobre el organismo difíciles de evaluar. En lo que respecta al sabor la evidencia también es insuficiente para realizar afirmaciones científicas de que los alimentos orgánicos tienen mejor sabor.

Los alimentos transgénicos son acusados de  «antinaturales», pero la realidad es que esto mismo  podría decirse en realidad de toda nuestra comida, que se ha producido durante milenios por la cría artificial. Muy pocos cultivos comercializados serían capaces de sobrevivir sin ayuda en la naturaleza. Al considerar la producción de alimentos «naturales», se debe reconocer que la tecnología siempre ha jugado un papel importante en la industria alimentaria. Por ejemplo, los antibióticos son ampliamente utilizados en la alimentación en la industria de las aves de corral, y las variedades modernas de trigo fueron producidas con la ayuda de la mutación inducida por radiación.

Plantas modificadas genéticamente también están siendo evaluadas por la forma en que podrían tener un papel positivo en el medio ambiente mediante la eliminación selectiva de los contaminantes – un proceso conocido como fitorremediación. Por ejemplo, ya se  han diseñado genéticamente plantas  para acumular  contaminantes del suelo  tales como metales pesados como el mercurio y selenio, a niveles más altos de lo que sería posible para las no modificadas genéticamente, de modo que no sólo pueden crecer en lugares contaminados, sino que también pueden remediar  la contaminación. Estas plantas pueden ser cosechadas y destruidas, los metales pesados eliminados o reciclados, y el campo descontaminado reutilizado.

Los cultivos transgénicos son estrictamente regulados por varios organismos gubernamentales, y sometidos a extensas pruebas de seguridad antes de su comercialización.  Los alimentos derivados de cultivos transgénicos han sido consumidos por cientos de millones de personas en todo el mundo durante más de 20 años, sin que se reportaran efectos nocivos (o casos legales relacionados con la salud humana).

Es importante que nosotros como médicos, que a menudo somos  el primer lugar de consulta para los pacientes, estemos al tanto de estas  técnicas, para  estar en condiciones de ofrecer una opinión informada.

 

* María Inés García es Médica cursante de la Carrera de Médicos Especialistas en Nutrición