Gómez R* – Noviembre 2015

La publicidad impone un modelo corporal a veces inalcanzable, junto a una capacidad de rendimiento sin límites, y para alcanzarlos es frecuente que se utilicen suplementos para aumentar el rendimiento deportivo sin indicación médica ni razones claras sobre los beneficios que podrían brindar.

A través de publicidades, programas de TV, cine se imponen modelos estéticos a seguir, que constituyen la idea de «cuerpo saludable» en el imaginario social. En relación a esto, muchas personas utilizan suplementación, con intención de mejorar la salud, la forma física o rendimiento deportivo, prescindiendo con frecuencia de la indicación y seguimiento médicos.

Existe desinformación de los profesionales de salud y de la sociedad en su conjunto con respecto a los suplementos dietarios. En la consulta médica, es frecuente que el paciente refiera usar suplementación «que le dieron en el gimnasio», que «sugirió el personal trainer», o porque el compañero de actividad física «lo toma y se ve bien». Habitualmente conoce solo el nombre comercial del producto, ignorando el contenido o las variaciones que pueden existir en su composición.

La primera fuente de información suelen ser: los allegados, Internet, profesores de educación física, y solo en última instancia, un especialista en Nutrición. La alimentación del promedio de la población en general, cubre y frecuentemente supera ampliamente los requerimientos proteicos. Por lo que al suplementar, dependiendo del tipo de suplemento, las dietas pueden terminan siendo hiperproteicas, con el potencial daño que puede implicar a nivel renal o hepático.

Es válido entonces plantear los siguientes interrogantes: ¿Sabe el consumidor qué beneficios o perjuicios para su salud tiene el suplemento que consume? ¿Realmente lo necesita?, y más importante aun: ¿Tiene una dieta adecuada?

Una reciente revisión de un equipo mixto del hospital de Birmingham y la Universidad de Granada#, tomando como base la literatura revisada encontró que el nivel de prevalencia del consumo de suplementos por parte de estudiantes universitarios en 13 países no tiene un valor claramente definido sino que presenta valores muy heterogéneos que van desde porcentajes que no superan el 5% de la muestra a valores por encima del 80% dependiendo del lugar donde se realice el estudio.

En total fueron 32 estudios que calificaron para el análisis, y en lo que respecta a los efectos de los diferentes suplementos, los estudios experimentales localizados analizaron una gran variedad de estos y compuestos en muchos casos por diferentes sustancias. Los principales efectos buscados suelen estar relacionados con la mejora de la capacidad para la realización de ejercicio y de aspectos concretos como la velocidad, la resistencia, la fuerza, la composición corporal o la mejora en la recuperación muscular. Los resultados mostrados por los estudios experimentales en la mayoría de los casos no aportan datos muy positivos sobre la efectividad de los suplementos, no existiendo diferencias significativas con el grupo control o entre el antes y el después en bastante casos.

Teniendo en cuenta que la etapa universitaria puede suponer un momento crítico para el establecimiento de un estilo de vida saludables sería necesario educar en salud a los atletas y estudiantes universitarios así como proporcionales un acceso a información imparcial y basada en la evidencia científica.

Conclusiones

Los suplementos dietarios no deben reemplazar una alimentación variada y adecuada. Pueden ser beneficiosos o perjudiciales, dependiendo del paciente, y la cantidad que utilice.

Deberían incorporarse temas de nutrición y salud en las escuelas desde niveles iniciales.

Sería importante incluir en la formación del médico de atención primaria el manejo de suplementos dietarios- deportivos adaptándose a la demanda de la sociedad actual. La consulta con especialistas en nutrición previo al consumo de suplementos constituiría un beneficio para la salud.

* Rita Gómez es Médica cursante de la carrera de Médicos Especialistas en Nutrició.

#Colls Garrido C et al. Uso, efectos y conocimientos de los suplementos nutricionales para el deporte en estudiantes universitarios. Nutr Hosp. 2015;32(2):837-844