Bruno F – abril 2016

Un compuesto que se encuentra en las uvas y sus productos (tal como el vino tinto), y otras frutas como diversas bayas o «berries» puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón, cambiando el perfil de la flora intestinal o microbioma, según un estudio 1 en animales

La enfermedad cardiovascular sigue siendo la causa principal de muerte en los países industrializados pese a que las tasas de mortalidad se han disminuido gracias al diagnóstico precoz y la mejora en las técnicas de tratamiento.

El estudio se centró en los mecanismos responsables del efecto anti-aterosclerótico del resveratrol a través de la microbiota, ya que hay cada vez más investigaciones que han identificado vías metabólicas ligadas al microbioma intestinal como elementos significativos en la formación de las placas arteriales.

Un importante estudio 2 en más de 4.000 pacientes terminado en 2013 había encontrado que una sustancia llamada óxido de trimetilamina (TMAO) producida por algunas bacterias intestinales a partir de la colina presente en los alimentos (ingerida como componente de los fosfolípidos) se asociaba a enfermedad coronaria y cerebro vascular.

Sobre esa base, se desarrolló un modelo en ratones para medir los valores de TMAO luego de ingerir cantidades controladas de colina, con y sin administración previa de resveratrol. Se encontró que el resveratrol inhibe la producción de TMAO remodelando la microbiota intestinal, a través de la inhibición del crecimiento de Prevotella, y el aumento de la abundancia relativa de Bacteroides, Lactobacillus, Bifidobacterium, y Akkermansia.

Estos resultados abren una nueva vía de investigación con respecto al potencial efecto protector del resveratrol para el sistema cardiovascular.

Desde el punto de vista conceptual, podría por lo tanto considerarse al resveratrol como un buen candidato a prebiótico ya que podría ser utilizado para promover el crecimiento de bacterias beneficiosas para la salud del huésped.

Dado que uno de los inconvenientes encontrados para lograr en la clínica los efectos medidos en los estudios es la gran variabilidad de la biodisponibilidad del resveratrol ingerido, estos estudios deberían alentar el desarrollo de alimentos y suplementos que aseguren la ingesta adecuada para lograr el efecto esperado.