Castro NS* – dic 2018

El marketing de alimentos es necesario para dar a conocer y permitir la elección de los productos que se ofrecen permanentemente en el mercado.

Se conoce, por otro lado, como marketing nutricional al que se ocupa de proporcionar al consumidor información detallada de los nutrientes que constituyen al alimento, haciendo también alarde de los beneficios que otorgaría a quien los consuma. Incluso en muchas oportunidades esos beneficios son dirigidos a una edad, genero, o estilo de vida determinado.

Las publicidades o anuncios de este tipo pueden ser cuestionados, básicamente por desconfianza, por pensar que no deja de ser un negocio y que por ese motivo seria engañoso. En Argentina, la declaración de propiedad saludable de alimentos está regulada. Por lo cual, antes de publicitar un supuesto beneficio para la salud el fabricante de ese producto debe presentarse ante las autoridades sanitarias y conseguir la aprobación de su mensaje. De esta manera se intenta dar el mensaje de saludable cuando realmente el producto alimentario cumple con determinadas cualidades, que benefician ciertamente a la persona.

Sin embargo, hay publicidades que nunca solicitaron la aprobación (porque tampoco la lograrían), y que se exponen diariamente en espacios publicitarios, en abierto desafío a esas regulaciones. Probablemente las televisivas por su mayor exposición suelen ser más cuidadas, pero en campañas cortas, por medios menos masivos (radio, gráfica) y especialmente por internet abundan los ejemplos de publicidad sobre supuestos beneficios nutricionales que no soportarían el análisis de las autoridades sanitarias.

Por esto es por lo que cobra más valor la importancia de educar a la población respecto de conocer y poder mirar detalladamente la etiqueta que nos muestran del producto y tener la capacidad de detectar si el beneficio que propagan es real o es falso. Es decir, elegir a conciencia el alimento a consumir.

Es tan importante enseñar a elegir un alimento como dar un medicamento y explicar cómo se debe tomar. Si en este último caso el paciente toma el medicamento en lapsos de tiempos incorrectos, dosis erróneas, etc. no va a lograr mejoras en su salud.

 

* Nadia Sabrina Castro es Médica Cursante de la carrera de Médicos Especialistas en Nutrición